sábado, 11 de agosto de 2007

Moratorias


En nuestra relación cotidiana con el Estado en cualquiera de sus formas, siempre hay alguna moratoria vigente o en estudio por otorgarse...
Los ciudadanos podemos cancelar nuestras deudas con el estado incluso con algún descuento.
Moratoria, según el diccionario, es el plazo que se otorga para solventar una deuda vencida.
Usted tiene una deuda con el Estado? No pudo pagar el DRI, la tasa, el mejorado, el impuesto inmobiliario, ingresos brutos? El Estado da plazos, condona intereses, ofrece quitas.
Ahora bien, el Estado tiene deudas con usted?
Sin ser de esos proveedores que ya no pueden soñar viejos sueños de caliza o empresas privatizadas a la espera de un subsidio o tercerizadas porque sí, y más allá de plantón y plantones presupuestarios, pensemos en nosotros como acreedores, eso sí, sin demasiada documentación respaldatoria de nuestra acreencia.
Porque es acreencia de los barrios tener sus calles limpias y acreencia ciudadana tener una plaza linda en el centro y plazas lindas en los barrios.
Es nuestra acreencia la transparencia en la gestión publica y la idoneidad como requisito en la función. Acreencia cada uno de nuestros derechos enumerados o implícitos...
Pero cómo acreditar esta deuda sin siquiera un par de apuntes en una vieja libreta de almacén?
El Estado, nacional, provincial, o municipal, nos concede de vez en cuando, graciosamente un plazo adicional para nuestras deudas vencidas...
Pero yo no tengo ganas de conceder graciosamente nada, de pasar a moratoria las deudas que el Estado aún tiene conmigo, mis hijos y los hijos ajenos...
Esas deudas que tiene con nosotros cuando no se deciden corajudamente a distribuir riquezas con justicia, ni justicia...
Las deudas que tiene con tanto paisano nuestro, devenido pescador de pejerreyes en la pampa inundada.
Deudas con los jóvenes desocupados, las escuelas públicas, y los jubilados.
Las deudas de cuando se devalúa la palabra o cuando se promete como un requisito de campaña electoral para verse luego liberado impunemente de no cumplir.
Deudas del estado cuando la luz y el gas son caros, cuando faltan semáforos, cuando nadie nos cuida ni el bolsillo ni la vida.
Deudas que contrae cotidianamente cuando a vos te niega cobertura médica y a tus abuelos la dignidad.
Estado deudor cuando evade delegando en manos de cuanta ONG o particular haya, las funciones que legítimamente le competen.
Estado que se endeuda y decreta su propio estado de emergencia para blanqueo de sus compromisos.
Hablamos de las deudas sociales no pasibles de moratoria.
Estado no siempre acreedor nuestro. Estado deudor.
Confiados en el pago, no decretamos moratoria.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Miriam dijo...

Una aclaración, he suprimido un comentario. Era un lindo texto en portugués ofreciendo camisetas personalizadas... Con la arbitrariedad de la que se puede hacer uso por acá, lo saqué. Si alguien necesita el aviso, me dice y trato de conseguírselos...buena semana.

Niurka Dreke dijo...

Totalmente, por las dos cosas, tanto por borrar el comentario como por lo que dices en el post. Siceramente pienso que deberia ponerse un termino perentorio al Estado para que cumpla con ciertas deudas urgentes. Por supuesto que somos acreedores, somos los unicos destinatarios de ciertas funciones del Estado que no puede delegar ni postergar, mejor dicho, que no debe, porque de hecho... desastre!