miércoles, 24 de octubre de 2007

Para el Hogar Familia


Mi ciudad tiene estas cosas...

La gente se junta, confluye a veces en ámbitos dispares... o no tanto.
Esta vez se trata de un lindo trabajo: cantantes y voces de la ciudad, amigos, conocidos reunidos en un cd en favor del Hogar Familia.
El mismo que nació al amparo de las dos Lilianas y que hoy sigue siendo amparo de tantos...
Música popular hilvanada con puntadas de una poesia de Tejada Gomez...
A algunos se les ocurrirá que puede ser un buen regalo empresarial (en principio ésa es la idea y los chicos del diseño aseguran impresión del logo y todos los chiches), a otros -que de empresarios nada- se nos ocurrirá comprar un par para la familia y para tener en casa...Para contar en la sobremesa: escuchá, yo los conozco a todos, a Cristian, a La Turca, a Juanma, a la Chiqui, a Susana, al negro, a Gabriel, a Eduardo, al turco...a todos los conozco...y se juntaron y cantaron juntos. Una cancion cada uno. Uno para todos.
Es un buen regalo para tener en cuenta para fin de año. Pero es un buen regalo para ese hogar con mayúsculas que no difiere demasiado del nuestro...
Estemos atentos.
Un abrazo a cada uno...

miércoles, 10 de octubre de 2007

En el nombre del Padre?



El 30 de julio de 1984, el representante de Cristo, Padre Christian Von Wernich, capellán de la Policía de Buenos Aires y párroco en Bragado, declaró a la revista "Siete Días".-"... que me digan que Camps torturó a un negrito que nadie conoce, vaya y pase, pero cómo iba a torturar a Jacobo Timerman, un periodista sobre el cual hubo una constante y decisiva presión mundial... ¡que si no fuera por eso!..."
...
Me duele Von Wernich…
Me duele la Conferencia Episcopal y sus silenciosas medias tintas…
Me duele Ratzinger…
Me duele mi colegio secundario y la jactancia de la Hermana Rectora en la oración de la mañana, por su amistad con los Benjamín Menendez…
Me duelen los evangelios y los evangelizadores…
Me duelen las campañas por los no nacidos y la complicidad a la tortura de los nacidos…
Me duelen las bienaventuranzas, los sacramentos y los slogan…
Pienso en Joaquin Nuñez (negro querido) y los Zaspe, los Angelelli y los Mujica…
Pienso y me duele, con un dolor que me irrita y me rebela.
Con un dolor que entiende, que sabe, que adivina que la historia no cambia...
Con un dolor que no confía.
Quizás más pienso y más me duele…

viernes, 14 de septiembre de 2007

AVISO CLASIFICADISIMO

Leer el diario puede acarrear múltiples sensaciones, leer el diario local las multiplica cuando uno tiene como protagonistas gente que cruza en la calle cotidianamente...
Esta mañana, 14/09/07, la sensación que deja la lectura es muy particular. Sección Clasificados en El Informe, página 25, 3º columna, 2do aviso:
"AMA DE CASA. Cama adentro, mensual, de 45 a 55 años, tez blanca. SE NECESITA. Cel. 03462 15410620 de 13 a 15 y 20 a 22 hs."
Una amiga me llama temprano y me dice que ya hizo la presentación en el INADI en Buenos Aires.
Larga charla al telefono.Comentarios en la radio.
La responsabilidad del medio de comunicación, la arraigada cuestión cultural de la discriminación, la pretendida impunidad, el desconocimiento de la ley, la falta de sanción social y la resistencia casi ingenua de pretender criar los hijos en la tolerancia y la solidaridad.
El que discrimine a un discriminador, un buen discriminador será.
Sabor amargo.
Miriam, tez ¿marrón claro u oscurito?

martes, 4 de septiembre de 2007

Vuela

Maria vuela literal y metafóricamente…en avión con azafatas y clase turista y en sus dulces dieciséis que ella no sabe cuánto admiro…
Vuela lejos en las distancias y en los afectos…
Se levanta sobre los techos y sobre sus propios temores y vuela…
Carretea lo suficiente para que ese vuelo sea firme…
Vuela, con alas prestadas y con alas propias…
Nos separa la distancia, el horario y nada más.
El resto nos une más que nunca, chiquita…
Te amo, mamá.

jueves, 30 de agosto de 2007

PAUSA

El martes retomo ritmo pretendidamente habitual. Cuestiones domésticas me distraen.
Mientras seguimos mirando...

viernes, 17 de agosto de 2007

Viernes

Uno tiene días de miércoles, días de domingo, y días de viernes…
Los viernes distienden las mandíbulas, y uno se dispone a posponer los avatares más pesados hasta el lunes (o el martes si hay feriado…)
Y piensa que vienen dias de descanso, para leer un libro más tranquilo, para elegir esa película que no alcanzaste a ver en el cine, para visitar esos amigos que te echan en cara tu abúlica haraganería invernal…
Pero lo que pensaste preludio de jornada tranquila, empieza a tensarte en la lectura de los diarios y las imágenes del noticiero de TN –ni qué hablar de Crónica Tv-, y todo amenaza la absoluta impunidad/inmunidad que imaginabas para tu fin de semana…
Las imágenes del sismo de Perú y la culpa de vivir en medio de la pampa húmeda, lejos de rios inundables y cataclismos por ahora, Carrascosa otra vez en libertad y la sensación de no entender nada más del culebrón del country –argucias procesales y habeas corpus mediante-, Ochoa preso –y la misma sensación de no entender nada-, la valija venezolana dando vueltas y la Miceli con nueva denuncia en su placard.
El gobernador en mi ciudad, saludando al Libertador de la Patria que no sabe si sentirse celebrado el 17 en dia hábil laborable o el 20 en su feriado-fin-de-semana-largo.
Y el diario local, de mi venado ciego a veces, trayendo la última solicitada acusatoria en tiempos de elecciones y la novedosa idea de una tarjeta que con el nombre de Evita promete mil pesos si el candidato emisor (ergo banco, financiera) llega a la Intendencia.
Cosas vederes Sancho que no crederes…
Así no hay descanso que valga.

sábado, 11 de agosto de 2007

Moratorias


En nuestra relación cotidiana con el Estado en cualquiera de sus formas, siempre hay alguna moratoria vigente o en estudio por otorgarse...
Los ciudadanos podemos cancelar nuestras deudas con el estado incluso con algún descuento.
Moratoria, según el diccionario, es el plazo que se otorga para solventar una deuda vencida.
Usted tiene una deuda con el Estado? No pudo pagar el DRI, la tasa, el mejorado, el impuesto inmobiliario, ingresos brutos? El Estado da plazos, condona intereses, ofrece quitas.
Ahora bien, el Estado tiene deudas con usted?
Sin ser de esos proveedores que ya no pueden soñar viejos sueños de caliza o empresas privatizadas a la espera de un subsidio o tercerizadas porque sí, y más allá de plantón y plantones presupuestarios, pensemos en nosotros como acreedores, eso sí, sin demasiada documentación respaldatoria de nuestra acreencia.
Porque es acreencia de los barrios tener sus calles limpias y acreencia ciudadana tener una plaza linda en el centro y plazas lindas en los barrios.
Es nuestra acreencia la transparencia en la gestión publica y la idoneidad como requisito en la función. Acreencia cada uno de nuestros derechos enumerados o implícitos...
Pero cómo acreditar esta deuda sin siquiera un par de apuntes en una vieja libreta de almacén?
El Estado, nacional, provincial, o municipal, nos concede de vez en cuando, graciosamente un plazo adicional para nuestras deudas vencidas...
Pero yo no tengo ganas de conceder graciosamente nada, de pasar a moratoria las deudas que el Estado aún tiene conmigo, mis hijos y los hijos ajenos...
Esas deudas que tiene con nosotros cuando no se deciden corajudamente a distribuir riquezas con justicia, ni justicia...
Las deudas que tiene con tanto paisano nuestro, devenido pescador de pejerreyes en la pampa inundada.
Deudas con los jóvenes desocupados, las escuelas públicas, y los jubilados.
Las deudas de cuando se devalúa la palabra o cuando se promete como un requisito de campaña electoral para verse luego liberado impunemente de no cumplir.
Deudas del estado cuando la luz y el gas son caros, cuando faltan semáforos, cuando nadie nos cuida ni el bolsillo ni la vida.
Deudas que contrae cotidianamente cuando a vos te niega cobertura médica y a tus abuelos la dignidad.
Estado deudor cuando evade delegando en manos de cuanta ONG o particular haya, las funciones que legítimamente le competen.
Estado que se endeuda y decreta su propio estado de emergencia para blanqueo de sus compromisos.
Hablamos de las deudas sociales no pasibles de moratoria.
Estado no siempre acreedor nuestro. Estado deudor.
Confiados en el pago, no decretamos moratoria.

martes, 7 de agosto de 2007

A propósito de los excesos...


Te escuché toda la semana. Escuché las mismas palabras, la misma entonación en la voz, el mismo gesto intransigente: mano dura, paredón, pobres, muerte, picana, venganza, represión, parias, sucios, escoria...
Sólo quiero decirte –si querés escuchar- que mucho antes que decidieras que es legítimo llevar al extremo la defensa de lo tuyo, este caos de hoy estaba previsto.
La maquinaria de exclusión puesta en funcionamiento desde hace años ha pulido con delectación de artista tu discurso, te ha obligado a repetir lo que quiere.
Sino, no se explica que vos, un tipo que va a misa de vez en cuando, manda a sus hijos a colegios religiosos, y condena tajante la muerte de un no nacido, termine justificando matar un ya nacido, sin preguntarse siquiera qué manchas le salpicaron la inocencia.
Que un tipo como vos, solidario con la cooperadora de la escuela y el club del barrio, que sabe del valor de la inclusión, del contundente privilegio de pertenecer, pida encierro, paredón y muerte para los que no pertenecen a ningún lugar...
Tu discurso no es inocente. A alguien le sirve esta clase media irracional e irreflexiva, Cuando gritaste “que se vayan todos” pusiste en jaque la idea de la representatividad, cuando gritaste “que se mueran todos” empezaste a romper la idea de comunidad.
No aceptes que el Estado, indolente o perverso, te delegue su obligación de administrar justicia. No dejes que las privatice.
En las últimas décadas, el sistema excluyó, empobreció, marginó y hoy a la vista de las consecuencias, perversamente, no se hace cargo. No está dispuesto a encarar el camino inverso, y cual si fuese una empresa deficitaria, pretende “privatizar” el control social, el monopolio de la fuerza. Y ahí estas vos. Para hacerte cargo, ocupar su lugar, arriesgarte a cometer el exceso. Todo te persuade de que ya nada puede hacerse. Y ahora te toca a vos. Y de victima te haces victimario.
Y te excedes, violento, incorporada en tu cabeza la idea de que “hay gente que no merece vivir” y caes en la tentación de ser un dios dueño de la vida y de la muerte.
Y vas a estar solo. Porque las consecuencias serán tu responsabilidad. Nadie va a achacarle culpa a las ideas de inequidad, intolerancia, impunidad, a la inutilidad del fracaso que venís escuchando.
Pensalo. Quizás a tu discurso de justicia por mano propia la advertencia le incomode. Quizás sea tarde.

martes, 31 de julio de 2007

Teoria del des/amor II


En tiempos de secuelas de feminismos a ultranza y discusiones de género, fastidiada de mis propios enconos, un alegato medio abatido me viene hilvanando las molestias...
Y concluyo, cansada: “el hombre nos libera”, no sólo la píldora, el trabajo y el divorcio. Mejor dicho, la presencia de un hombre nos libera.
Nos libera de las incomodidades cotidianas de presentarnos como mujeres autónomas o autogestionadas, ergo, nos libera de la responsabilidad de asumir todas las responsabilidades.
Nos libera del abismo izquierdo-derecho de una cama de dos plazas que en las noches largas se convierten en el símbolo mismo del infierno, pero frío...
La presencia masculina, más o menos cercana, nos libera de la tentación de sostener discusiones con el gesto adusto, constreñido, para que nos tomen en serio, porque no portamos un hombre al lado que discuta por nosotras...
Nos liberan de tener que hacer como si nada, a la hora de medir el agua y el líquido de frenos y averiguar cómo se riega un árbol de levas antes de ir al mecánico...
Nos libera de las explicaciones de siempre a la vieja vecina de al lado, que pregunta por qué aún no nos casamos...
Libera de tener que aprender a hacer asados, descorchar los vinos, y elegir entre perfumes de sándalo o maderas para el próximo invierno...
Y si estos simples argumentos no alcanzaran, aunque no muy convencida, insisto en repetirme: la presencia de un hombre siempre nos libera de algo. Aunque sea, del hombre que lo precedió.

Teoria del des/amor I


Entre las múltiples teorías del desamor que invento, recurrente, para racionalizar lo visceral, creyendo que eso lo devalúa, ensayo –casi diría quincenalmente-, una nueva teoría que me sostenga: único fin del cuerpo teórico, que a falta de un cuerpo real y ajeno, algo me sostenga.
La observación fue tan simple como casi todas las cosas que maravillan desde la cocina: una canilla abierta, un vaso y el agua desbordándolo todo...
Obcecada y buscando en cada incidente/accidente la metáfora reveladora, acabé por concluir, porque ese era el tema que me develaba entonces –y antes, y ahora...- que el desamor también puede ser atribuible a un exceso de amor...
Un amor generoso contenido, queriendo ser, en un continente mezquino...
Y el amor rebasa, se derrama, se vuelca, se escurre, se pierde...y ya no es...
Las palabras que lo espejan? “amé mucho, amé de más, amé en exceso...”
Amé demasiado y terminé desamando...
Amé sin reciprocidad y terminé desamando...
Me amé solo un poco y terminé desamando.


sábado, 28 de julio de 2007

Vestida de letras

En una esquina, alguna vez, se juntaron mi cuerpo y la palabra..
Y desprevenida o caprichosa, para no andar desnuda, me vestí con ellas...
Cada mañana, voy echando mano a palabras oscuras o coloridas según vengan el día y los humores...
Arbitraria y desmedida, me cubro y me desnudo a cada rato de esas letras que me visten...
Voy buscando palabras en las tiendas y en los bancos de las plazas, me apropio de las que otros abandonan en las esquinas, presto y pido prestadas... A veces digna, a veces mendicante...
Las tiño con surtidas anilinas, las destiño, las plancho, las lavo, las estrujo, las seco, las desecho...
En días de lluvia se me adhieren a la piel y las encarno...en días de viento las sostengo con las manos contra el cuerpo para que no se vayan lejos...para que no me dejen los silencios más densos adheridos en el cuerpo.
Las palabras me cubren, me descubren, me velan, me desvelan, me develan, me rebelan...
A veces armadura de hierro inaccesible y otras blanco solero de algodón liviano...
Tengo, a la mano, según las necesite, palabras de calle, de cama o de tribuna...
Elijo, extrema, entre las más pudorosas que cubren íntimos territorios vulnerables y entre las que, como en generosos escotes, me ofrecen en impúdica seducción...
Con las palabras me visto, me protejo, me disfrazo, me oculto, me muestro...
Algunas, al desprenderlas de mi cuerpo y desvestirme, me alivian. Otras me dejan indefensa...
Accesorios que me adornan o hábito-uniforme que me vertebra...
Hay palabras cinturones que asfixian y me sacan el aire...
Palabras-abrigo para las noches destempladas y sus madrugadas mortecinas...
Palabras para fiestas y para funerales...
Palabras impermeables y palabras mortaja...
Palabras canciones y palabras murmullos...
Palabras a veces sin voz, y otras definitivamente con vos...
Y así voy, en tránsito, desnuda y vestida según pidan las ganas, sacándome la palabras del cuerpo con alivio, con vergüenza, suave, bruscamente, con las manos, con los dientes...
O vistiéndome, desesperada, para cubrirme a manotazos, el resto de pudores que me quedan...

miércoles, 25 de julio de 2007

Horóscopo


Se me hizo costumbre
después de un par de aciertos
y ya no reniego de sus sinos,
creo por fin en lo que leo
después de tanto creer sin estar viendo...

martes, 24 de julio de 2007

Estrategias

En vista a las elecciones de setiembre varios candidatos de la ciudad han justificado los resultados de las P.A.S.O. (primarias abiertas simultáneas obligatorias) en errores de la estrategia de comunicación.
Que el mensaje no fue claro, que las diferencias fueron oscuras, que la campaña fue gris.
Estrategias de comunicación o estrategias con comunicación?
La comunicación como un componente de la estrategia?
O una estrategia de comunicación?
Comienzan a advertirse en los medios locales los cambios de estilo de algunos candidatos. La vuelta a la desmesura para algunos, la crítica un tanto forzada, o la disposición que de tan conciliadora resulta incómoda para otros...
La campaña por las generales tiene gusto a plan B.
Duermevelas de estrategas esta noche en la ciudad.

lunes, 23 de julio de 2007

Cuando el dolor se me asienta
descaradamente en el cuerpo
las palabras propias no me alcanzan
y con voracidad me zambullo en viejos libros
que me prestan las palabras que me faltan...

domingo, 22 de julio de 2007

Todos los hijos, todos...

Padres por una noche segura...
Hijos en una noche insegura...
Hace un par de semanas la legítima preocupación de los distintos actores ha generado un espacio de discusión e intercambio para el cuidado de los hijos en la noche de la ciudad...
Ningún ejercicio más gratificante que poner en jaque las expresiones, que tensar las palabras, que forzar las entrelíneas....
Me pregunto por otros hijos y por otros padres...
Por esos padres que no saben/no pueden/no se animan a pedirle al Estado que se ocupe de su hijos...
Por esos hijos que no tienen/no sienten/no saben que tienen padres que pueden pedir por ellos...
Por esos hijos de los que padres y Estado se desentienden..
Por los hijos que hacen la noche insegura para otros hijos...
Por los padres que cuidan hijos propios y temen a hijos ajenos...
Me pregunto, sólo eso, y cruzo los dedos por algún olvido.

viernes, 20 de julio de 2007

miércoles, 18 de julio de 2007

Cardinal


Las convenciones del lenguaje deciden que el “Este” es sólo un punto cardinal. O quizás, variando acentuaciones, un adjetivo o un pronombre.
A veces, una accidente menor o una tragedia le da nuevo sentido a palabras viejas...
Y el “Este” puede adquirir nuevo sentido y convertirse, de repente, en la metáfora de ciertas soledades, o en la representación de los rumbos esquivos que se escapan...
También ocurre que a veces, de tanto en tanto, aparece una bienvenida complicidad que puede entender eso...
Como cuando ves las manchas de humedad en la pared o las nubes y a vos te parece ver trenes, caballos, barquitos... y nadie los puede ver con vos, o sí.
Me pasé estos días haciendo una compulsa preguntando dónde queda el este. Algunos sabían, otros acertaron, otros no tenían idea de su norte.
Igualmente, casi nadie entendió por qué de repente, había tomado importancia para mí saber si había cómplices dispuestos para ese juego...

martes, 17 de julio de 2007


Según Freud, la humanidad ha sufrido tres grandes heridas narcisistas como especie.
La primera fue al descubrir con Copérnico que la Tierra no era el centro del Universo, desvirtuando la creencia de ser el sol quien giraba a su alrededor.
La segunda herida la provocó Darwin al afirmar que el hombre estaba emparentado con los simios.
Y la tercera gran decepción, sobre la que Freud atrajo particularmente la atención, fue descubrir que en realidad, no somos dueños de nuestros actos y que el inconsciente, ese extraño desconocido, nos gobierna.
Parodiando estos tres dolores, y desde la idea singular, pero pretenciosamente absoluta de ser una mamá, idea voraz y totalizadora si las hay, podemos sentirnos tan grandes como toda una especie, y tan vulnerables como esta humanidad lastimada de Freud.
La vida de nuestros hijos, en cada gesto de autonomía puede lastimarnos. Sin embargo, portar luego esas cicatrices puede ser uno de nuestros réditos más saludables.
Heridas narcisistas de madres, más modestas en términos de especie, pero dolorosas y conmocionantes.
Hay un momento único en la vida de una mamá embarazada, en donde íntimamente tomamos estricto registro de ese cuerpo ajeno, de ese Otro que depende aún, pero que es una clara expectativa de ser autónomo dentro de nuestra panza. Un cuerpecito ajeno, para su aceptación o para su rechazo, pero Otro. Y la omnipotencia de nuestro ser madre acusa el primer golpe.
El tiempo seguirá entre pañales y sopas, y habrá un día, uno en particular, donde después de hilvanar de a poco letras y palabras, ese hijo nuestro habrá aprendido a hablar, o a leer, y será, más allá de la satisfacción y el orgullo, otra herida para esa madre con mayúsculas. Su palabra de madre ya no será absoluta, podrá ser cotejada con la palabra de otro, podrá ser cuestionada o enriquecida y el hijo tendrá autonomía para buscar otras palabras. El mundo empezará a abrirse para él, más allá de lo que su madre, hasta ayer omnisciente, diga.
Seguirá creciendo, más o menos dependiente o independiente, y la tercer herida nos aguardará agazapada: el relato del primer beso o el primer amor será suficiente para cuestionar lo absoluto y único del amor materno. Habrá otro amor, y nuestro hijo estará dispuesto para él...Y nosotras, madres querendonas si las hay, sentiremos dolidas y en silencio que ya no seremos omnipresentes en su vida...
Pero como de cada herida siempre se sale fortalecido, no hay dudas que, maltrechas y todo, ni tan omnipotentes, ni tan omniscientes ni tan omnipresentes, seguiremos siendo como mamás, las mejores...

lunes, 16 de julio de 2007

Celulares y mujeres...


Nuestra relación con la tecnología fuera del ámbito estrictamente laboral, ha tenido que ver -en mayor medida- con lo doméstico: microondas y freezer mediante, instrumentos puestos al servicio de la calidad de vida familiar...

Ahora, el teléfono celular no sólo forma parte de nuestros accesorios sino de nuestra estética y estilo personales, y nos ubica como individuos, reforzando singularidades de género y de las otras...

De tan celular, vital para muchas, tiene en sí mismo la realidad de la función y la carga del símbolo en su tenencia. Como en algunos amores, la relación de absoluta dependencia se advierte cuando habiéndolo tenido no se tiene. Caemos en la cuenta de la intimidad que nos resguarda y de las certezas que nos aporta.

Las llamadas recibidas evitan el filtro familiar o laboral y vienen directamente a nuestros oídos, perfectamente confirmables en todos sus aspectos: un mensaje no tiene intermediación que confunda; si la palabra quiso llegar estará dicha o escrita con el día y la hora de recepción que no deje lugar a dudas...

Nunca un accesorio habló tanto de nosotras como la portación impune -y nunca inmune- de un teléfono celular. Nos desvela si no funciona, y nos devela como mujeres en relación con los otros: esposas, madres, amantes, amigas, empleadas...

El celular cumple la fantasía maternal de cualquier mujer de estar disponible y al alcance de la mano en cualquier lado y momento. Somos omnipresentes con un celular en la cartera o la cintura. Pero también podemos intentar ser misteriosas en el mejor de los casos, o aparecer como definitivamente histéricas, con sólo apretar un botón y apagarlo. Podemos ser sutilmente -o no tanto- controladas en cada paso, pero tenemos la reserva de mentir detrás del aparatito que nos ampara cualquier tránsito clandestino o digno de protegerse.

A diferencia del teléfono fijo que tiene una fuerte carga familiar, es un teléfono individual, propio, y con esa impronta lo llevamos. Elemento erótico si los hay, acercando palabras de amor de madrugada, o estirando una conversación en el auto antes de entrar a casa para preparar la cena familiar...Nos revela cuando en grupo de mujeres, un viernes a la noche chequeamos que estén en condiciones para ser atendidos en caso de que llegue ese llamado inesperado.

Novedoso y adictivo, da cuenta de nosotras también en nuestra relación con él, protegiéndolo con fundas a la moda, zambulléndonos en la cartera a la hora de su primer berrido, poniéndolo sobre la mesa, imprudente y maleducadamente en una reunión o salida, casi como marcando: estoy acá pero no tanto, estoy allá pero no tanto...

Singularidad de mujer en definitiva, que remedando a Dios, quiere estar en todos lados...