"Alrededores de Sevilla, invierno de 1936: se acercan las elecciones españolas.
Anda un señor recorriendo sus tierras, cuando un andrajoso se le cruza en el camino.
Sin bajarse del caballo, el señor lo llama y le pone en la mano una moneda y una lista electoral.
El hombre deja caer las dos, la moneda y la lista, y dándole la espalda dice:
- En mi hambre, mando yo." (Espejos, Eduardo Galeano)
Pensé en la tercera acepción de la palabra hambre, aquella que el Diccionario de la Real Academia señala como "apetito o deseo ardiente de algo"...
Y en medio de la campaña electoral me pregunté por mi hambre. Por mis apetitos y mis deseos más movilizantes.
Y fui ese hombre.
En mi hambre, mando yo.
6 comentarios:
Negra querida! GRACIAS!!
Como ya te dije (mejor dicho te escribí) jerarquizás a nuestro género, y hacés lo mismo al participar en política...
Te quiero mucho!
La Colo.
COMO SIEMPRE MUY BUENO LO QUE ESCRIBIS. ¿PERO PUEDO APORTAR ALGO?
UN PIBE CON HAMBRE...¿PODRA REFLEXIONAR COMO ESE SEÑOR ANDRAJOSO DE SEVILLA? ESE PIBE NO MANDA EN SU HAMBRE. Y SI EL PADRE DE ESE NIÑO ES, COMO DICE EL INDIO, UN DESANGELADO...¿QUE HACER?
YO TOMO LA LISTA ELECTORAL Y LA MONEDA. LE COMPRO PAN A MI HIJO Y DESPUES VOTO A QUIEN QUIERO. Y CAPAZ QUE LE AGRADEZCO AL POLITICO LA ATENCION DISPENSADA.
UN BESO. EL SUPERWALLY.
Hacia tiempo que no pasaba por acá.
Tal vez, no me recuerdes pero Este Luminicus es el mismo que esa Maria Luz.
Un abrazo y como dijo ese señor. En mi hambre mando yo.
Pero que pocos son los que mandan en su hambre, no?
que mal eso!!! bueno, espero que responda si le llego.
Un besote
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